Si sientes que tus pantalones favoritos te quedan apretados, que en las fotos sales con la cara digamos “mas redonda” y notas mas grasa alrededor de tu cuello o aparición de la tan temida “papada”, asume de una vez que no es culpa de la secadora ni del ángulo de la foto.
Estadísticamente el 35% de la población mundial experimenta un aumento de peso de leve a moderado durante los primeros meses de un nuevo año.
Esta no es una estadística fortuita, las comilonas fin de año son como las deudas de tarjeta de crédito, es decir: te lo comes TODO en diciembre y todavía estarás pagando las consecuencias de tus excesos en abril, si no le pones freno al desenfreno navideño desde ¡YA! y comienzas a tomar acción para así cumplir esta vez tu resolución de cada año de “perder peso”.
El primer paso para ponernos en cintura es la toma de conciencia, asumir que estamos pasaditas(os) de peso y que dependerá solo de nosotros dejar de estarlo.
No se trata de pasar hambre, ¡Nada de eso! ni de someterte infructuosamente a la dieta de la piña con lechuga y atún. Se trata de adoptar desde hoy y para siempre un estilo de vida sano, conciente y equilibrado que incluya los tres grupos de alimentos de los que siempre les hablo (proteínas, carbohidratos y grasas), evitar las frituras, el azucar de mesa y el exceso de sal.
No todo el mundo nació para ser ultra delgado o “fit”, pero sin duda alguna estoy segura podremos juntos “develar” una versión más ligera y atlética de ti misma(o).
Para comenzar, aquí te dejo unos consejitos que te harán el camino más fácil:
1. Ponte expectativas
fáciles de cumplir. Así como no engordaste de un día para otro, no rebajarás de
la noche a la mañana.
2.
Olvídate
de pasar hambre. De hecho, comer tres comidas principales balanceadas más dos
meriendas saludables evitan la ansiedad y aceleran el metabolismo.
3. Toma agua. 6 a 8
vasos de agua es lo normalmente recomendado. El agua depurará tu cuerpo de
toxinas y te hará sentir saciedad.
4.
Incluye en tu alimentación semillas y fibra dietética
como linaza, semillas de calabaza y afrecho. Mejoranrán tu digestión y te llenarás más rápido.
5. NUNCA te saltes el
desayuno. Solo lograrás desacelerar el metabolismo y desatar un hambre descontrolada a lo largo
del día.
6. Modera los
productos lácteos y selecciona su versión descremada.
7. Consume frutas de
bajo índice glicemico (frutos rojos, manzanas, melon, kiwi) para que no se
dispare tu insulina y controles el azucar si sufres de sindrome metabolico o de
diabetes.
8. Aumenta tu consumo
de proteínas magras y proteínas de origen vegetal como los guisantes, las
lentejas y la quinoa.
9. De nada sirve que
comas ensaladas si las saturas con salsas y aderezos. Condimenta tus ensaladas
con un poco de aceite de oliva (una cucharadita… no chorros de aceite), limón,
vinagre balsamico o de manzana o yogurt con hierbas.
10.Aumenta tu gasto
calórico realizando ejercicios al menos tres veces a la semana. Si mucho
trabajo entonces aprovecha las escaleras en vez del ascensor y haz tus
diligencias a pie.
11.Procura dormir al
menos 8 horas. Durante el sueño profundo y refarador segregamos melatonina y
hormona de crecimiento que favorecen la pérdida de peso.
Si tu aumento de peso es de larga data, recuerda que así como no engordaste de la noche a la mañana tampoco podrás rebajar de un día para el otro.
Tómatelo con calma pero con mucha determinación.
¡Asume tu reto y disfruta los resultados!
Hasta nuestro próximo artículo.
by +Dr. Klara Senior